25 julio 2020 | Noticias

La economía circular es un modelo que se basa en nuevos desarrollos para ofrecer bienes y servicios que provienen, especialmente, de la eficiencia del manejo de recursos. Tiene como objetivo mantener durante el mayor tiempo posible las materias primas dentro del ciclo, reduciendo al mínimo la generación de nuevos residuos, lo que hace que  se relacione directamente con la sostenibilidad y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Las empresas apuntan a este modelo por las oportunidades que genera: además de ayudar a disminuir el valor adicional en productos y materiales, mitiga los riesgos relacionados con la variabilidad de los precios de los suministros y materiales. Una tendencia que hace que las empresas sean más competitivas partiendo de la reutilización y renovación de los recursos.

Sin embargo, al carecer de un modelo global con lenguaje común que establezca la efectividad de una empresa al momento de medir su transición del modelo lineal (extraer, fabricar, utilizar y desechar) a circular, se convierte en un gran reto para las empresas. Por el momento existen métricas que se limitan a la economía lineal, como la reducción de residuos o emisiones de CO2. Los indicadores de economía circular deberían enfocarse en los materiales recuperados y reutilizados para la producción, y en la reducción del plástico de un solo uso, por ejemplo.

Para esto, la Fundación Ellen MacArthur junto con Granta Design proponen el Indicador de Circularidad de Material (MCI), con el fin de proporcionar métricas que estimen la circularidad de productos y negocios. El modelo consiste en dar un valor entre 0 y 1,  donde los valores más altos indican una mayor circularidad. Los elementos que evalúa son:

  1. La entrada en el proceso de producción: ¿cuántos elementos de la entrada provienen de materiales vírgenes, reciclados y componentes reutilizados?.
  2. Utilidad durante la fase de uso: ¿cuánto tiempo y cómo se ha utilizado el producto en comparación con un producto medio similar de la industria? En este punto se tiene en cuenta la durabilidad de los producto y, los modelos de reparación, mantenimiento y de consumo compartido.
  3. Destino después del uso: ¿cuánto material entra en vertedero (o recuperación de energía)?, ¿cuánto se recolecta para el reciclaje?, ¿qué componentes se recogen para su reutilización?.
  4. Eficiencia del reciclaje: ¿Qué tan eficientes son los procesos de reciclaje utilizados para producir insumos reciclados y para reciclar el material después del uso?.

Este modelo también analiza otros indicadores complementarios que ofrecen una visión más amplia de la gestión de la empresa: el cambio de nivel de materialidad circular y, el impacto del negocio y los grupos de interés. Por ejemplo, la variación del precio de los materiales, los riesgos de la cadena de suministro, escasez de material, toxicidad, entre otros.

Planeación

Por otra parte, el Grupo de Acción en Economía Circular, iniciativa impulsado por Forética, compartió La medición de la Economía Circular: Marcos, Indicadores e Impacto en la Gestión Empresarial, la cual incluye una serie de medidas de circularidad y acciones a tomar, enfocándose en diferentes sectores.

Define tres escalas de aproximación:

  • Métricas de eficiencia operacional: mide los principales flujos físicos de entrada y salida en la organización y de la cadena de valor. Por ejemplo, toneladas de materia prima y volumen de agua consumida.
  • Métricas de desempeño operacional: mide el potencial circular de la organización considerando sus propias operaciones y las de su cadena de valor. Por ejemplo, Emisiones de Gases de Efecto Invernadero evitadas debido al reciclaje o la tasa de recuperación de residuos o embalajes provenientes de productos de la compañía o procesos productivos.
  • Métricas de creación de valor circular: mide el impacto del incremento de la circularidad de la organización en el avance hacia una economía circular a nivel global, considerando la economía, el medioambiente y la sociedad. Además considera los ODS y los indicadores correspondientes. Por ejemplo, número de campañas de concienciación y sensibilización sobre retos vinculados con la economía lineal.

Además de este alcance, invita a identificar los flujos de materiales prioritarios en el ciclo de vida de sus productos, procesos y servicios; recopilar información para la respectiva medición y a identificar las prioridades o los puntos de cadena de valor en los que es más relevante actuar.

Un caso en Colombia

Portafolio Verde, firma consultora para el Desarrollo Sostenible, acompaña a las empresas en el diseño y ejecución de soluciones que maximicen los impactos positivos en frentes de acción de la sostenibilidad corporativa, entre ellos la economía circular. En este camino, recientemente, participó en el proceso de formulación e implementación del Modelo de Economía Circular de Ecopetrol que contempla cinco componentes de intervención y unas métricas basadas en la búsqueda de la eficiencia en costos, disciplina de capital, crecimiento en reservas y producción, conservación de recursos naturales y bienestar para la sociedad.

En conclusión, es importante aplicar algún mecanismo que permita medir el impacto de las acciones en cuanto a circularidad, pues provee insumos para un respectivo análisis que puede influir en decisiones estratégicas en la empresa, además, de identificar que tanto se ha contribuido en el camino de los ODS. No sobra resaltar que al asumir el compromiso de la economía circular, se genera un beneficio económico, social y ambiental, que revierte en un aporte directo al desarrollo sostenible del planeta.

Fuente:https://www.agorarsc.org/indicadores-de-economia-circular/#prettyPhoto

https://www.compromisoempresarial.com/rsc/2019/07/como-medir-la-economia-circular/